De jeans, camisa y chaqueta lució la noche del viernes Bruce Dickinson, vocalista de la banda británica Iron Maiden, durante la conferencia magistral ofrecida a los asistentes del Campus Party, quienes en su mayoría eran jóvenes de menos de 30 años de edad.

Su testimonio de vida en los negocios partió con un ejemplo sencillo: las ideas son como los mosquitos, están en todas partes, alrededor de nosotros y zumbando por todo el mundo. La tarea, entonces, consiste en sacar la cabeza de las redes sociales por un momento y escucharlas.

Con base en esa información contó a los asistentes sus experiencias de vida, de cómo adquirió el avión del cual ahora es piloto, se mezcló en el negocio de la cerveza y hasta logró vender una podadora.

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Una de las claves de su éxito, que compartió, fue el hecho de modificar la idea de clientes. Ya no los miraría como simples consumidores, sino que empezó a observarlos como sus fans. Un cliente cambia de producto; un fan, no, dijo a los oyentes, que por un momento suspendieron sus actividades para escucharlo.

William Nicolalde, de 20 años de edad, fue uno de ellos. Él rescató del discurso de Dickinson el método que utiliza para promocionar su negocio. “Él trató de decirnos que veamos las formas de usar nuestras necesidades como objetivos”, comentó el joven, quien espera poner en práctica en su empresa, una vez que defina qué quiere.

Dickinson, durante su discurso, reprochó además la educación lineal que uno recibe. Todo es blanco o negro, indicó, y las oportunidades se dan en la zona gris.

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Esa frase marcó a la ingeniera civil Alexandra Febres, de 33 años, quien destacó la recomendación dada. “Dejar de pensar linealmente. Dejar de buscar las soluciones obvias y encontrar un punto medio. Mirar hacia el gris”. La tarea, reconoce la joven, no resultará fácil, pero se puede empezar por dar el primer paso. (I)

Eso (su testimonio de vida lejos de Iron Maiden) es una historia del mundo del rock and roll.