Se inscribió en el concurso porque era un reto que tenía que cumplir. “Sueño ver a una mujer que no solo tenga la dicha de servir a su gente, sino también de representar a esta ciudad con honor y altivez”, dice Nuques. Si consigue la corona se enfocaría en un plan dirigido a las mujeres. “En realzar su autoestima y que sepan que son capaces de todo si se proponen sacar su potencial siendo auténticas”, indica. Para Nuques ser guayaquileña es llevar con honor y en el corazón los colores de la bandera de la ciudad. (E)