¿Tiene hijos que el próximo año iniciarán su vida escolar? Entonces es importante elegir cuál será ese lugar, en donde ellos pasarán una tercera parte de su infancia y en el que se sentarán las bases de su aprendizaje.

Conocer cuáles son las características del niño ayuda en la decisión para saber qué centro es el más adecuado, factor que evitará en el futuro encontrarse con dificultades de aprendizaje o que el plantel no cubra las expectativas de los padres, refiere Sandra Albán, directora de la carrera de Pedagogía de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil.

Albán añade que esas dificultades pueden agravarse y obligar a que los padres contraten profesores adicionales para nivelar el aprendizaje. “Por eso primero hay que tomar en cuenta sus potencialidades, intereses y posibilidades, y luego escoger la opción adecuada”, indica Albán.

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Hay que revisar la metodología que tiene la institución. Algunas están más enfocadas a la utilización de herramientas tecnológicas y otras a la enseñanza tradicional.

Sin embargo, Lourdes Serrano, especialista en pedagogía en TICS, opina que las habilidades tecnológicas ya están instaladas de forma natural en los chicos. “Lo que la escuela debe hacer es aprovecharlas para mejorar las metodologías educativas”, dice.

La infraestructura también es importante, según Patty Hunter, directora de bienestar estudiantil de la Universidad Santa María.

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Yadira Blackman, docente de pedagogía y directora de la escuela Universidad Católica, recomienda a los padres informarse sobre la labor educativa que se dará durante el año.

Se sugiere también considerar la cercanía del establecimiento. “A veces por tradiciones familiares atravesamos la ciudad, levantamos (al niño) más temprano. Da muchas vueltas en el transporte, se marea, llega mal genio o con sueño y eso hace que su aprendizaje no sea el más correcto”, explica Blackman, quien añade que en el caso de elegir una escuela privada no debe olvidar la parte financiera.

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En la actualidad es importante hablar uno o dos idiomas adicionales a la lengua materna y los niños tienen increíbles habilidades y pueden aprender otras lenguas con gran destreza, por lo que hay que revisar la calidad en esta enseñanza , pero con atención en algunos aspectos.

Se sugiere que el aprendizaje de idiomas debe empezar cuando el niño ya tenga un manejo y compresión del lenguaje. Según Albán, no se debe sobre exigir al niño, puesto que se podrían presentar problemas que para solucionarlos necesitaría de la ayuda de psicopedagogos. “No es un error (exigir más), pero hay que seguir ciertos pasos para que yo pueda posibilitar a mi hijo nuevas situaciones y un mejor aprendizaje”, refiere. (E)