En Izamba, una parroquia rural de Ambato, las fiestas de la localidad comenzaron el pasado jueves con una eucaristía y una procesión con la imagen de la Virgen de las Nieves.

Según Franklin Toapanta, sacerdote, esta población venera a la Virgen de las Nieves desde hace 400 años, cuando religiosos impulsaron el catolicismo en esta localidad.

Ese día también se inauguró la exposición de 23 fotografías que detallan la afectación del movimiento telúrico en edificaciones de Ambato y el cantón Pelileo. En esta última ciudad, la magnitud del sismo fue de 6,8 grados.

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La muestra se exhibe en el Museo de Arte Religioso de Izamba, como parte del programa de festividades en honor a san Jacinto, patrono de esta localidad.

Fray Josué Villacís informó que en la exposición tienen imágenes (estatuillas de santos) antiguas de la parroquia, que pertenecen a la Escuela Quiteña de finales del siglo XV y comienzos del XVI, que se complementan con las fotografías del terremoto donadas por el Municipio de Ambato.

Esta exposición estará abierta todos los días hasta el 16 de agosto, cuando terminan las fiestas patronales, luego serán expuestas en fechas festivas, feriados y fines de semana, informó el religioso. La entrada es gratuita.

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Elías Córdova, de 98 años, relató los momentos angustiosos que se vivieron el 5 de agosto de 1949, día en que la tierra se estremeció en Ambato. Él recordó cada detalle de la tragedia que dejó aproximadamente cinco mil personas fallecidas.

“Ese día todo se movió muy fuerte, la gente salía corriendo de sus casas muy asustada, afuera todo se oscureció por el polvo que levantó de todo lo que se caía por la fuerza del movimiento”,

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Recordó que se hallaba en el interior del convento de Izamba, que todo tembló y muchas edificaciones cayeron. Dijo que luego del terremoto se sintieron varias réplicas, que se repitieron hasta por cinco días.

Añadió que esa noche muchos durmieron afuera de sus casas por temor a que otro sismo los sorprendiera mientras descansaban. (I)