Se estrenó en la pantalla chica ayer y ya genera polémica. Es la nueva telenovela de Caracol TV sobre la vida de la santa colombiana Laura, cuyo guion ha llevado a la orden que ella fundó a interponer una demanda para exigir correcciones.

Durante semanas se promovió el producto como la próxima sensación en el horario de máxima audiencia. Laura, la santa colombiana fue concebida por la cadena de televisión en 24 capítulos en los que se repasa la vida de la monja.

Nacida en la región cafetalera de Colombia en 1874, la religiosa María Laura de Jesús Montoya fue una educadora, escritora y misionera que dedicó su vida a proteger a las tribus indígenas de la discriminación y la violencia. Su trabajo fue emulado en comunidades pobres en toda Colombia, y en la actualidad la orden está en 21 países.

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El papa Francisco la canonizó en 2013 después de que se demostrara que hizo un milagro al curar a un enfermo terminal. Su figura es motivo de devoción en Colombia, donde casi el 80% de la población es católica, según el Centro Pew de Investigación de Estados Unidos.

Caracol, con sede en Bogotá, es conocida como una de las productoras más exitosas de telenovelas en Latinoamérica. Pero la mayoría de sus creaciones, incluidas Sin tetas no hay paraíso y El cártel de los sapos, tienden a seguir guiones más liberales que son populares entre las audiencias, pero con frecuencia reciben críticas de que son inapropiados para la población.

Según las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena, la comunidad religiosa fundada por la madre Laura, la serie inventa amoríos y diálogos que jamás existieron y que afectan al honor de la religiosa. Criticaron, además, que no fueron consultadas durante la elaboración del guion y que no autorizaron a Caracol que usara su nombre.

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“Todas estamos muy disgustadas; pueden dar una mala imagen de nuestra santa”, explicó la madre María del Carmen desde la sede de la orden en Antioquia. La cadena no comentó al respecto debido a que hay acción judicial en curso, pero en otras ocasiones sus fuentes declararon que es un personaje público y, por tanto, no es necesaria una autorización.

Para las religiosas, la madre Laura es patrimonio de la Iglesia y hay que cuidar la imagen que se hace de ella. (I)