Con las manos moldeaba el barro que quedaba tras la lluvia en la playa de La Libertad, en la provincia de Santa Elena. Tenía cinco años cuando el mar se convirtió en su principal inspiración y en el primer contacto con los materiales que utiliza para modelar su creatividad.

Gastón Macías, guayaquileño de 48 años, evoca esos momentos de su niñez que marcaron su profesión. Recuerda que su infancia y su adolescencia las vivió en la Península, debido al servicio técnico que ofrecía su padre. Su tiempo lo dedicaba a estudiar, pintar y a esculpir obras de manera empírica.

“Recogía la arcilla, el barro, me los llevaba a mi casa y hacía varias figuras. Se las mostraba a mi familia y quedaban encantados, claro que al poco tiempo se dañaban ya que no conocía técnica para que duraran”, recuerda Macías con una sonrisa.

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Cuando regresó a Guayaquil, ingresó al Colegio de Bellas Artes Juan José Plaza, para perfeccionar técnicas pictóricas y plásticas.

“Es curioso, pero en el colegio me especialicé en pintura, no en escultura. Solo aprendí las técnicas básicas que luego las perfeccioné en el trabajo diario”, manifiesta el artista.

Macías se refiere a su quehacer como escultor en el taller de Yela Loffredo, en Las Peñas, el cual hace 23 años le cambió la vida. “Soy sus manos, soy su pupilo, su alumno. Ella ha sido mi maestra. Lo que me fascinaba de la escultura de ella ahora lo hago yo”, expresa Macías.

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Y comenta que llegó hasta esa labor porque su padre era amigo cercano del esposo de Loffredo, Paúl Klein. “Yela había tenido una complicación en su salud y no podía tener contacto con los químicos, por lo que mi papá le sugirió mi trabajo”, añade el escultor.

En su experiencia en la plástica constan esculturas modeladas en arcilla, resina poliéster, fibra de vidrio, espuma de poliuretano, entre otros.

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Por todas sus obras siente un cariño especial, pero las que más orgullo le provocan son El cangrejero, ubicada en las calles Panamá y Loja, y El fotógrafo del parque, en la plaza Rocafuerte, junto a la iglesia San Francisco. Ambas fueron escogidas por el Municipio porteño para exhibirlas y así dejar una huella de los oficios tradicionales de Guayaquil.

Debido a su destacada carrera, la Asociación Cultural Las Peñas le concederá el Cincel de Oro en la inauguración de la tradicional exposición.

Macías expresa que el reconocimiento es una oportunidad para exigirse más.

En la muestra al aire libre sus propuestas se mostrarán junto con las de otros artistas plásticos. Será en la casa de Yela Loffredo, en la calle Numa Pompilio Llona 155. (I)

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