El papa Francisco instó ayer a los fieles de diferentes religiones a trabajar conjuntamente para proteger el planeta, nuestro “hogar común”.

En un mensaje desde un balcón de un palacio del Vaticano a decenas de miles de peregrinos y turistas, el pontífice destacó entre los presentes unos centenares de personas que llegaron a la plaza de San Pedro ostentando la leyenda “Una Tierra una familia”. Los marchantes incluyeron cristianos, musulmanes, judíos, hindúes y otros que partieron desde la embajada francesa para recordar la conferencia sobre cambio climático que sesionará en París en diciembre próximo.

“Aliento la colaboración entre personas y asociaciones de diferentes religiones en nombre de una ecología integral”, dijo y ofreció sus buenos deseos a los jóvenes que debaten “el cuidado del hogar común”.

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En su reciente encíclica sobre el ambiente, el papa destacó el deber moral de salvar la Tierra y distanciarse de los sistemas que la contaminan.

Para Francisco, los esfuerzos de preservación del ambiente son un modo excelente de aunar fuerzas seculares y no seculares y especialmente miembros de varias religiones. El amor por el ambiente también expande su agenda papal que destaca principios de justicia social como la lucha contra la pobreza.

En su encíclica, Francisco recordó cómo los pobres suelen ser quienes más sufren por la contaminación y otros daños ambientales. (I)