Seguidores y miembros de una firma ferroviaria japonesa con problemas financieros recordaron ayer a su estrella felina Tama, la jefa de estación, a la que rindieron tributo como diosa en un funeral.

La gata multicolor fue nombrada jefa de estación en 2007 de la estación de Kishi, en el oeste de Japón. Con su chaqueta y su sombrero hechos a medida, se sentaba tranquila en el control de billetes, recibiendo y despidiendo a los pasajeros. No tardó en atraer turistas y ganar fama internacional, lo que ayudó a la empresa de tren y a la economía local. (I)