Decenas de organizaciones de danza del país se reunieron por cinco días en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), en la capital, para reflexionar sobre esa expresión artística y la necesidad de reconocer las diversas experiencias y procesos.

Al encuentro asistieron destacados investigadores sociales de la cultura en el continente, como el coreógrafo y bailarín colombiano Álvaro Restrepo, la mexicana Patricia Cardona, la bailarina y antropóloga argentina Silvia Citro, entre otros.

Ellos aportaron su visión y descubrimientos sobre el hacer en la danza y las condiciones de los artistas que interpretan los diversos movimientos del cuerpo humano.

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En el penúltimo día del encuentro la discusión se centró en el diálogo intercultural, el bailarín e investigador ecuatoriano Paco Salvador explicó su visión de interculturalidad.

La definió como las acciones que facilitan el diálogo y la concertación. “Los saberes están ligados al respeto, interacción de dos o más culturas en condición de igualdad”, explicó.

Añadió que esa noción debe acercar diálogos porque existen otros modelos de percepción: “Se debe reconocer que no hay verdad única y lo correcto es empoderarnos de esos saberes de igual a igual”.

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Junto con él estuvo presente el folclorista e investigador guayaquileño Wilman Ordóñez, que reflexionó sobre la condición de ‘intercultural’ de cultura afro y de la Costa.

Explicó que históricamente el Estado confundió a todas las culturas en una sola y desconoció la diversidad, socavando la memoria patrimonial de minorías como fue el caso de los pueblos afro, montubio y cholo, de este último poco queda.

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Ordóñez añadió que pese al desconocimiento estatal, las culturas desarrollaron mecanismos de defensa para sobrevivir y se han rearmonizado.

Ante el cuestionamiento sobre cómo estas culturas evitaron disolverse, Ordóñez consideró que se diversificaron, por ejemplo, en el pueblo montubio sobreviven la décima, el amorfino, la controversia; son relaciones interdialogales con sus pares.

Existen, además, hablas y términos que pueden ser arcaísmos, pero que funcionan y están presentes en la lengua.

En tanto que la cultura afro tiene más evidente la presencia de su música y una organología (instrumentación) viva desde la marimba y todos sus constituyentes musicales. En lo cholo, en cambio, existe una desaparición total de referentes que se asociaron a lo mestizo como el pasillo y otros ritmos.

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El investigador cree posible la reconstrucción de la identidad cultural en Ecuador, partiendo del respeto a la diversidad.

En el último día de la presentación se analizó sobre los saberes, identidades socioculturales y simbólicas en la expresión dancística de los pueblos afroecuatorianos. (I)

Tenemos que cuidarnos del exotismo en el momento de recrear y crear nuevas formas artísticas en la danzaSilvia Citro, antropóloga y bailarina