El maestro que escribe música por la necesidad de expresarse

Desde 1998 es el director y fundador del coro de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas; y hace siete años imparte la cátedra de Formas y Armonías en el Instituto Experimental de Música de la Universidad de Guayaquil (Iemug).

Es el guayaquileño Juan Carlos Urrutia. Este músico, de 48 años de edad y con más de 20 de trayectoria artística, define a su labor de compositor y arreglista como la pasión más grande de su vida. “Yo escribo música por la necesidad de expresarme y no por el reconocimiento en sí”, cuenta este maestro.

Manifiesta que a pesar de haber escrito pequeñas obras, conocidas como suites, su carrera no se consolidó sino hasta el 2010, año en la que creó la Misa popular ecuatoriana, una pieza folclórica coral que se constituye de las cinco partes de la misa de la liturgia católica romana.

La obra contiene géneros musicales de la cultura ecuatoriana, como el albazo, el sanjuanito, el yaraví, la bomba, el danzante, y otros. Urrutia terminó la pieza en el 2011 y en marzo de 2012 la estrenó en Quito.

El autor dice que hacer música es otra manera de crear arte y belleza, “que no siempre es visibilizado o apreciado por todos”. Recuerda que en sus inicios como compositor “nadie apostaba” por su trabajo.

Señala que se dio a conocer internacionalmente en el 2008, cuando viajó a Venezuela a participar en un festival coral. Dice que el guitarrista venezolano Silvio Mencías, precursor del Nuevo Mundo Festival y Academia, interpretó en un concierto sinfónico una obra completa del músico y compositor ecuatoriano.

Refiere que luego de este suceso su faceta de compositor creció. Algunos de sus arreglos y creaciones han sido ejecutados por músicos nacionales, como Luis Campos, Ligia Verduga, Ecuador Pillajo y Luis Betancourt. A este último le hizo la melodía para guitarra El arpa de los amantes.

Betancourt, quien es el organizador del Festival Guitarrea Garza Roja y muy amigo de Urrutia, lo define como un compositor “asertivo, creador de piezas excepcionales”.

Con él coincide Fernando Gil, director del coro de adultos de la Universidad de Guayaquil y amigo del músico ecuatoriano desde la infancia. “La mejor manera de elogiar su trabajo es participando de sus creaciones, por eso con el coro y orquesta de la universidad interpretamos arreglos y composiciones de él”, afirma.

Urrutia adelantó que está en gestiones para el encuentro que organiza anualmente en septiembre, Festival Internacional de Coros Ecuador, cantemos unidos. Aún no define las participaciones. (F)