John Lasseter, con libreta en mano, se acomodó en su asiento en una sala de proyección poco iluminada, en las oficinas centrales de Pixar, en esta localidad, en julio de 2012.

Lasseter, el director creativo de los estudios Pixar, estaba allí para evaluar el progreso de Inside Out, una película nueva, que se desarrolla dentro de la mente de una niña de 11 años de edad. ¿Acaso el equipo de cineastas había descifrado un concepto insólito?

No pasó mucho para que el aire se congelara. “Nos levantamos y dijimos: ‘No vamos a exhibirles una prueba porque la película no está funcionando’”, recordó Pete Docter, quien se puso a trabajar en Inside Out después de Up, la cual ganó dos Óscar. Para hablar de agallas: ya se había estado preparando la película de Docter hace más de dos años.

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Se espera que ya terminada, Inside Out, que se estrenará en cines el 19 de julio, se convierta en el 15º éxito de taquilla consecutivo de Pixar (analistas pronostican ventas de boletos de al menos $ 250 millones, tan solo en EE.UU.).

La película agridulce, que recibió una eufórica respuesta de los críticos en el Festival de Cine de Cannes, también podría convertirse en una fuerza para el Óscar y no solo en la categoría de la animación.

Sin embargo, una Inside Out triunfante le importaría más a una Pixar propiedad de Disney que el dinero y los trofeos. El éxito demostraría que es innegable que el alma de pequeño estudio sigue intacta, a pesar de las inquietudes de algunos seguidores y críticos, en cuanto a la fuga de cerebros y la dependencia cada vez mayor en las secuelas.

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El año pasado, por primera vez en nueve años, Pixar no estrenó una película debido a problemas con una entrada titulada The Good Dinosaur.

“La presión en Inside Out es tremenda”, indicó Maija Burnett, el director del programa de animación de personajes en el Instituto de las Artes de California, la alma mater de Docter. “El público tiene ahora expectativas extraelevadas sobre la animación por computadora como una forma de arte”.

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Notablemente, Inside Out es la primera cinta original de Pixar que rinde frutos casi completamente sin Steve Jobs, un fundador de la compañía, quien fue una presencia poderosa en el estudio hasta su muerte.

Los pixaritas también tuvieron que arreglárselas con menor presencia de Lasseter, quien trabajó en los últimos años para apoyar a Walt Disney Animation, que andaba trastabillando. (Lo consiguió en el 2013 con Frozen)

Docter, de 46 años, no es el tipo que se zambulle en la fanfarronería de director estereotípico que dice háganse a un lado que yo tengo controlado esto. Originario de Minnesota, gentil, que da la impresión de ser Tom Hanks en Big, es más factible que Docter hable de su desconfianza en sí mismo.

Inside Out es la historia de Alegría, Miedo, Indignación, Enojo y Tristeza. Controlan a una niña llamada Riley desde un centro de mando dentro de su mente, interviniendo para mantenerla segura o hacerla sentirse contenta o para que defienda lo que está bien; todas menos Tristeza, que es apática y burda. Nadie sabe por qué está allí. ¿Podría, de hecho, ser dañina para Riley? Entonces, justo cuando la familia de Riley se muda a una ciudad nueva, Tristeza y Alegría se pierden en los alejados rincones de la mente de Riley.

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“Resultó ser una de las películas más difíciles que hayamos hecho”, dice Lasseter. (E)

No soy el típico director gorila espalda plateada que quiere encargarse de todo Pete Docter, director de la película Inside Out