Tras la ruptura matrimonial de Britney Spears y Kevin Federline (2006), la cantante comenzó a consumir sustancias nocivas, perdió la custodia de sus hijos y dejó de lado su carrera. Ahora ella está recuperada y su exesposo admitió que durante su relación sacó provecho del dinero de la artista.

“Tener de pronto a 50 paparazis frente a mí, me abrió los ojos. Aproveché de mejorar mi estilo de vida lo máximo que pude. Podía ir a clubes nocturnos y tener una mesa de $ 15 con bar abierto. No tenía que preocuparme por cómo iba a pagar la cuota de mi auto y eso me alivió el alma. Pero de pronto todo se puso loco”, confesó el bailarín a Us Weekly.

Britney le propuso matrimonio a Federline solo tres meses después de conocerse y ese mismo año (2004) se casó con él, con 22 años. En el 2005, la pareja tuvo su primer hijo y al año siguiente —el de su separación— nació el segundo.

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“Pasaron algunas cosas que drásticamente derrumbaron todo, pero nunca hablaré de eso. De todos modos, lo pasamos bien, cuando me pidió el divorcio me encontró con la guardia baja. Hay un millón de cosas que podría decir de ella que sacarían titulares, ¿pero para qué? La verdad es que la amaba hasta la muerte”, dijo. (I)