El embarazo trae en ocasiones algunas dificultades que deben tomarse con cuidado para el bien de la madre y el feto. Uno de los males que se pueden presentar es la hipertensión.

Según el médico ginecólogo Iván Altamirano, las mujeres con este problema tienen más riesgo de desarrollar complicaciones que pueden llegar a ser letales, como desprendimiento de la placenta, trastornos de la coagulación, hemorragia cerebral, falla hepática e insuficiencia renal.

“Aunque se puede presentar a cualquier edad hay ciertos factores que la predisponen,  como embarazos en adolescentes, en mujeres añosas,  obesas y mujeres gestantes  con historia  de haber tenido hipertensión gestacional en embarazos anteriores”, indica.

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Altamirano añade que la hipertensión gestacional se presenta después de las 20 semanas de embarazo, si ocurre   antes, el cuadro clínico puede corresponder a una hipertensión arterial crónica.

En tanto, Ángel Campos, ginecólogo de Veris, refiere que si hay antecedentes de hipertensión arterial personales o familiares, esto representa un factor de riesgo agregado, y la posibilidad de desarrollar preeclampsia en el transcurso de la preñez es mayor, por lo tanto, los cuidados durante este periodo se enfocan al riesgo y a su prevención.

“Lo más importante en el embarazo es el control prenatal, en el cual se valoran factores de riesgo para hipertensión arterial/preeclampsia. En caso de ser diagnosticada se utilizan drogas antihipertensivas para controlar la presión, reposo y hospitalización en caso de ser necesario”, dice Campos.

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Él recomienda hacer el control antenatal (antes de embarazar), para realizar una valoración de factores de riesgo de desarrollo de este mal y embarazo (edad, paridad, hipertensión arterial y enfermedades previas o sobrepeso).

La hipertensión gestacional puede manifestarse por: elevación de la presión arterial (más de 140/90), proteinuria, edema y/o un síndrome fetal (restricción de crecimiento fetal, reducción del líquido amniótico e hipoxia fetal). Los especialistas agregan que los síntomas pueden aparecer por separado o pueden no presentarse si las cifras tensionales no son muy altas. Por ello es muy importante realizar el seguimiento de los controles prenatales (cada dos semanas). (I)