Tener un detalle especial o diferente en la decoración de la casa es posible de muchas maneras. Un ejemplo de ello son los adornos sobre tejas.

Lorena Parrales, de 50 años, enseña a hacer estos pequeños adornos en los que este elemento que se usa comúnmente en el techo de una vivienda se convierte en el ‘lienzo’ para plasmar formas en alto relieve, principalmente fachadas en miniaturas.

“Para adornarlas se usa empaste, piedras, masa de modelar, follaje, yeso, pequeños alambres, tronquitos de ramas secas, entre otras cosas”, comenta Parrales, quien transmite este conocimiento a personas que deseen aprender, en cursos personalizados y otros que da en instituciones como el museo Presley Norton o en el hospicio Corazón de Jesús.

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Lo bueno de realizar este trabajo en esta superficie, según la artesana, quien también es licenciada en Arte por la Universidad de Guayaquil, es que al tener una forma cóncava le da un aspecto ‘bonito’, a diferencia de que si lo hiciera en un trozo plano de madera.

El proceso de creación dura alrededor de una semana, dependiendo de las formas del diseño. Todo empieza con un empaste al que luego se le pegan piezas de yeso para hacer las formas. Lo que más demora es el secado, pues se hace al ambiente y en sombra.

Una de estas casas en miniatura se las puede colocar, según el ambiente, en una sala, en un velador, colgadas en la pared o incluso en una terraza o balcón en una casa de playa. Todo depende de la temática que tenga, porque incluso si se hace una minicocina sobre la teja, puede quedar bien en este lugar.

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El costo oscila entre $ 50 y $ 65, pero aclara que como tiene una hermana que vive en el extranjero, la mayoría de estos detalles se los envía a ella, pues afirma que allá son bien recibidos, mientras aquí no se lo valora mucho.

También hace objetos y figuras con papel maché y con hojas de choclo. En ambos casos el resultado son adornos con mucho detalle. (E)