Recuperado del episodio que sufrió por una afección pulmonar, a finales del 2014, en el que vio mermado su estado de salud, el cantante venezolano Guillermo Dávila retoma con más fuerza su carrera musical.

El intérprete de Cuando se acaba el amor asegura sentirse mejor que nunca y que el cariño de la gente lo mantiene con mucho ánimo y ganas de seguir dando de qué hablar.

“No niego que sí me asusté mucho, pero ya todo eso quedó atrás y ahora me cuido mucho y me siento más ejercitado... toca mis brazos y verás que están tonificados, estoy en forma”, dice entre risas el artista.

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Además le da gracias a Dios, a su familia y a los médicos que lo atendieron en un hospital en San Juan, Puerto Rico, en donde permaneció cerca de tres semanas.

Cuenta que no le gusta aburrir a su público con “exceso de romanticismo”. “Siempre trato de armar un repertorio muy particular donde pueda mezclar mis clásicos éxitos con algo más movido para que nadie se aburra”, expresa.

Dávila, de 60 años y casado con Laura Echevarría, ofreció un concierto el pasado domingo en el Palacio de Cristal, para la firma Yanbal.

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“Ecuador es uno de los países que me hace sentir como en casa, la gente, la gastronomía, el clima, todo es fascinante, me gusta venir a este país que me abrió las puertas desde que inicié mi carrera”, relata.

Dávila espera reencontrarse con su público en su gira Un ídolo es para siempre, que lo llevará por varios países. También continuará con la promoción de su nuevo álbum Mi vida. (E)