Mientras sus compañeros trataban de modelar vasijas con el barro que tenían en las manos, Rubén Veloz, de 12 años, prefirió elaborar una máscara antropomorfa (forma humana).

Él integraba el grupo de 40 estudiantes de la Escuela Municipal de Audición y Lenguaje (para niños con esta discapacidad), que participaron del taller de cerámica precolombina que se hizo el jueves último en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC), en Malecón y Loja, en Guayaquil.

Antes de dirigirse a la sala de trabajo, los alumnos recibieron una introducción, en el lobby del MAAC. Las maestras de la escuela se comunicaron con ellos en lenguaje de señas.

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Los instructores Mario Sánchez, Cristóbal Piloso y Daniel Mezones hablaron de los procesos para la obtención del barro y sobre el origen de las piezas de cerámica que hicieron los ancestros ecuatorianos, como vasijas, botellas silbatos, platos o cuencos (recipientes).

Después, los alumnos pudieron observar algunas réplicas de las culturas de la Costa, como la Jama-Coaque, Manteño-Huancavilca y Chorrera, que se exhibían en el lobby.

Cuando iban hacia el aula para recibir el taller, Teresita Ruiz, una de las profesoras, contó que esta actividad servía para reforzar el conocimiento de algunos y como preámbulo para otros.

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“Algunos ya han aprendido los nombres de las culturas de la Costa y ahora pudieron tocar ciertas figuras que vieron en los libros”, indicó Ruiz.

Una vez que los alumnos se acomodaron en la sala, los instructores les enseñaron las dos técnicas ancestrales para modelar el barro: la pella o bola (hacer objetos a partir de una esfera de barro) y el rollo (cilindros delgados de barro).

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Los niños sonreían y antes de que los guías les indicaran que tenían que elaborar una vasija, algunos dejaron volar su imaginación y quisieron plasmar figuras parecidas a las que vieron en el lobby, como la máscara que hizo Rubén y el silbato que elaboró Dagma López, de 13 años, de las culturas de la Costa.

Según Johanna Regalado, gestora cultural de la Dirección de Cultura y Patrimonio de Guayaquil, era la primera vez que el MAAC recibía a niños con esta discapacidad. Antes se había trabajado con personas invidentes. (F)