Metallica puso el punto y final al primer fin de semana de Rock in Río en Las Vegas con una descarga de rock furioso en medio de un ambiente de nostalgia y entusiasmo del público de todas las edades.

La primera versión en Estados Unidos del emblemático festival Rock en Río, originado en Brasil, se puso en marcha con sede propia en la llamada ‘Ciudad del pecado’. En la inauguración, el viernes, el grupo mexicano Maná desempolvó los clásicos de su repertorio en una noche en la que el frío de Las Vegas no pudo contener la energía de un público que vibró también con las melodías de No Doubt y Foster the People.

En la jornada del sábado el californiano Metallica incendió el recinto poco antes de la medianoche con un inicio atronador donde Fuel, Master of Puppets y King Nothing sonaron estremecedoras y triunfantes.

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Su líder, James Hetfield, en plena forma a sus 51 años, demostró ser muy capaz aún de erizar la piel de los espectadores con riffs clásicos como los de Unforgiven, Nothing Else Matters o Enter Sandman.

Y para rizar el rizo, apostó por temas infalibles como Whiskey in the jar o Seek and destroy, el colofón de una noche que miró sin miedo al pasado.

Linkin Park, por su parte, dejó el pabellón muy alto al torrente de voz de Chester Bennington y las guitarras de Mike Shinoda y Brad Delson.

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La gran sorpresa de su espectáculo llegó cuando tocaron por primera vez en directo Line in the sand, incluida en su último disco, The Hunting Party.

Previamente Sepultura celebró sus 30 años sobre el escenario con una potente actuación. Asimismo, Rise Against, con el enérgico Tim McIlrath al frente, encandiló a los presentes con su música.

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El próximo fin de semana el festival se volcará al pop con Taylor Swift, Ed Sheeran, Jessie J, Bruno Mars, John Legend, entre otros. El británico Sam Smith canceló su intervención tras anunciar que se operará de las cuerdas vocales. (E)