Las paletas de hielo son una tradición que se mantiene en las familias peninsulares.

Con el pasar del tiempo se fue perdiendo el interés por la preparación de estos helados, sin embargo, la familia Prudente Amores, que habita en el cantón Salinas, es una de las que conserva este oficio que le genera recursos para el sustento del hogar.

Samuel Prudente sale a recorrer las calles de la cabecera cantonal y también de la parroquia Santa Rosa.

Publicidad

A bordo de su cómodo triciclo trabaja desde las 11:00 hasta las 16:00, o hasta que se terminen los productos.

El joven afirma que hace cinco años su padre, Julio Prudente, empezó este negocio.

Todos los días, estos emprendedores madrugan para preparar las paletas.

Publicidad

A las 06:00 comienza la jornada que consiste en alistar los ingredientes: frutas, esencias, agua, leche, azúcar. El siguiente paso es preparar el producto. A Julio le corresponde hacer esta parte del trabajo.

Después de una hora aproximadamente, el jugo queda listo para ponerlo en unos moldes y tenerlos en el congelador por otras horas más. Cumplido este proceso sigue la venta, según comenta Samuel.

Publicidad

Los helados cuestan $ 0,25 cada uno. Son de diferentes sabores, pero los más apetecidos son de coco, mora, ron pasas, chocolate, chicle y fresa. (I)