En lo que podría ser su papel principal de más alto impacto hasta ahora, el actor Leonardo DiCaprio, nominado al Óscar por Wolf of Wall Street, está planeando sanar a una isla.

Bien conocido por su activismo ambiental, compró Cayo Sumba, 42 hectáreas de tierras silvestres y despobladas frente a la costa de Belice —con un socio— poco después de que puso pie en el país hace una década. “Era como el cielo en la Tierra”, dijo desde Los Ángeles. “Y casi de inmediato, encontré la oportunidad de comprar una isla ahí”, comentó.

Ahora, DiCaprio se ha unido a Paul Scialla, el director ejecutivo de Delos, un desarrollador de Nueva York, para crear un centro turístico con conciencia ecológica ahí. Cuando abra a los huéspedes en el 2018, Cayo Sumba, una Isla Revitalizante incluirá las comodidades de muchos hoteles de lujo, con extensas villas, piscinas infinitas y asombrosas vistas del atardecer. Pero el término revitalizante tiene su propio significado.

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Cayo Sumba ha sufrido por la pesca excesiva, una línea costera en erosión y la deforestación de sus manglares, y los socios pretenden poner de nuevo las cosas en orden.

Las villas para los huéspedes serán construidas encima de una enorme plataforma que se extiende en un arco sobre el agua, con arrecifes artificiales y refugios pesqueros debajo. Un vivero en la isla cultivará pasto marino nativo para apoyar a un área de conservación de manatíes, y se replantarán mangles, reemplazando a especies invasivas.

Un equipo de diseñadores, científicos, ingenieros y arquitectos paisajistas, algunos de los cuales pasaron más de 18 meses estudiando Cayo Sumba, monitoreará el impacto del centro turístico sobre el entorno. “El foco de atención es hacer algo que cambie al mundo”, sostuvo el actor, quien compró la isla por 1,75 millones de dólares con Jeff Gram, dueño del Cayo Espanto Island Resort, un sitio vacacional de lujo en otra isla privada en Belice, donde los precios en abril para dos huéspedes oscilaban entre 1.695 y 2.295 dólares por noche, según su sitio web. (I)