Sus manos han curado a un sinnúmero de babahoyenses, sobre todo a quienes provienen de zonas rurales, que lo han buscado para aliviar el dolor.

Se trata de Marcial Pallete, de 83 años, es de Babahoyo y por más de 40 años se ha dedicado al tradicional oficio de dar masajes a los que han sufrido golpes, torceduras o esguinces en alguna parte del cuerpo.

Junto al muelle del malecón de la ciudad, de lunes a viernes, él se ubica a esperar a sus clientes. En una banca de madera se acuestan los ‘pacientes’, él se coloca un poco de mentol en las manos y empieza a frotar las partes con dolores.

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Aprendió esta tarea cuando tenía 18 años, mientras cumplía con el servicio militar. En esa época practicaba con los hijos de los oficiales y al retornar a Babahoyo se dedicó a esto.

Entre 5 y 8 dólares cuesta cada masaje, y dependiendo de la lesión, pueden ser hasta tres sesiones por cliente. Este trabajo es su único sustento.

Juan Monte, uno de los que se han hecho atender de Pallete, comenta que siempre viaja desde Mata de Cacao para solicitar el servicio. Y no solo él se ha beneficiado, sino también su esposa e hijo.

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Ser sobador es una labor muy antigua que el adulto mayor ha sabido mantener intacta, recalca Rosa Vite, una de sus clientas desde hace 14 años.

Pallete tiene claro que no es médico, pero está convencido de que sus manos han ayudado a muchas personas y la mejor prueba, dice, son sus clientes que lo esperan a diario. (I)