Con cadenas, engranajes, pedales y asientos de bicicleta recolectadas de garajes y tiendas de Tel Aviv, la israelí Nirit Levav crea una colección canina artística y llamativa.

Empezó hace tres años luego de visitar con su hijo una tienda de bicicletas. Nirit, quien hasta entonces era diseñadora de modas, se quedó fascinada al ver las piezas para estos vehículos, se llevó muchas a su casa y usó como modelo a su perra Princesa, un galgo afgano, para hacer una réplica de metal, que ahora es la primera de toda una manada.

Esta profesional del arte reciclado consigue personalmente las piezas, las lleva a su taller y tras equiparse con un casco, guantes y delantal de cuero corta y separa las partes y con una máquina soldadora une las partes para formar el perro de metal.

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Levav no solo trata de darle la forma, sino también el efecto de realismo. Después de su primer perro ha incluido en sus obras a canes de diversas razas, además de otras grandes estructuras. (E)