Sarah Jessica Parker estuvo a punto de rechazar el papel de su vida. Según confesó recientemente en un acto en Nueva York, tenía dudas sobre si realmente quería encarnar a la columnista Carrie Bradshaw de la serie Sex and the City. “Los productores me convencieron para hacer los dos primeros capítulos y después ver. Fui el primer día, amé cada segundo y jamás volví a dudar”.

La serie se convirtió en un éxito mundial, marcó la imagen de Nueva York y transformó en estrella a su hasta entonces casi desconocida protagonista, que hoy celebra su 50 cumpleaños. 50 and fabulous, como dirían las protagonistas de la serie.

Seis temporadas y dos películas (2008 y 2010) cautivaron a millones de fans de todo el mundo con las crisis sentimentales, fiestas y problemas de Bradshaw y sus tres amigas en Manhattan.

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Sex and the City habla de amistad, de hombres, de zapatos, cocteles, amor e hijos, pero sobre todo de sexo, y lo hace de una manera tan explícita como nunca antes se había visto en la televisión estadounidense.

El entusiasmo entre los fans fue tal que en Nueva York hay tours en autobús por los escenarios de la serie.

Parker nació en 1965 en la pequeña localidad de Nelsonville, en el estado norteamericano de Ohio. Sus padres se separaron poco después y su madre volvió a casarse. En total, tiene siete hermanos y medio hermanos y se crio en un entorno familiar humilde. “Hubo Navidades sin regalos”, contó al Telegraph. “Pero mis padres nos dieron mucho amor”.

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A los 12 años se mudó a Nueva York para convertirse en actriz, y desde entonces la ciudad es su gran pasión. Según cuenta una y otra vez, si por ella fuera, no la dejaría nunca. “Jamás me había imaginado mi vida así. Ya de niña soñaba con ser actriz. Lo demás vino por sorpresa y fue maravilloso”. Después de la serie la actriz ha hecho varias comedias románticas. (E)