Rob Sinclair recuerda el momento exacto en que pidió ir solo medio tiempo a su oficina. "Algunas personas levantaron las cejas cuando lo propuse", recuerda Sinclair, de 33 años y padre de dos niños. "Creo que fue una gran sorpresa para muchos compañeros".

La carrera de Rob ha sido siempre exitosa, aunque exigente. Como contador forense en Birmingham, en Reino Unido, se especializa en fraude y corrupción empresarial a gran escala, una profesión que lo llevó a los rincones más remotos del mundo, por lo general de un día a otro.

Su esposa trabaja en la misma empresa y su trabajo es igual de exigente. Pero, con dos hijos de menos de cinco años, la pareja comprendió que algo tenía que cambiar.

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"Estaba resultando un desafío tremendo el mantener nuestras carreras en ascenso y al mismo tiempo asegurarnos de sacar tiempo para los niños".

Esta situación le puede sonar conocida a muchas otros parejas que se la pasan haciendo malabares entre el trabajo y la familia.

Pero en este caso fue Rob el que decidió cortar el número de horas en su oficina.

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"Me pareció que tenía sentido para mí trabajar medio tiempo, disponer de más tiempo para los niños, dejar que mi esposa siga adelante con su carrera y tener tiempo para escribir".

Rob fue el primer hombre en su oficina que pasó de trabajar tiempo completo a medio tiempo. "Definitivamente hay un estigma con esto, pero yo lo ignoro".

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"Ciertamente, ha habido un montón miradas de asombro en la oficina, sobre todo en los hombres mayores y estoy seguro de que ha habido murmullos. Pero esto no me afecta en lo más mínimo, pues es algo que yo decidí y mi esposa me apoya".

El balance

Desde octubre del año pasado, Rob ha estado trabajando tres días a la semana y ahora es quien principalmente se encarga de cuidar de sus dos hijos.

Además, esta decisión le ha permitido desarrollar su pasión por la escritura de novelas de suspenso: su primer libro saldrá en primavera.

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Aunque ha tenido un pequeño ingreso por la escritura, la familia Sutton Coldfield ha tenido que arreglárselas con menores ingresos en general. No ha sido fácil, pero Ron cree que a largo plazo valdrá la pena ya que su esposa puede dedicarse a ascender en la escala corporativa. Él además espera que despegue su carrera como escritor.

Hasta ahora, dice no arrepentirse en absoluto. "Me siento mucho más relajado, la vida está ahora más balanceada".

Esto es exactamente lo que Richard Steele tenía en mente cuando comenzó a trabajar medio tiempo.

Tras pasar diez años trabajando a toda máquina en el comercio minorista, decidió cambiar su ritmo de vida.

"Con los correos electrónicos, las tabletas y los teléfonos móviles, no había límites al momento de terminar de trabajar", explica.

Ahora Richard trabaja como director financiero en Cook, un negocio de comidas congeladas en el condado de Kent. Y se toma libre los viernes.

"Es una suerte de transición a partir una semana muy ajetreada, para recargar y tener tiempo para mí, y para reponerme y disponer de tiempo de calidad con la familia durante el fin de semana".

Esas horas extras le permiten disfrutar de verdad el tiempo con sus tres hijos durante el fin de semana y, además, hacer trabajo voluntario, colaborando con las escuelas de la zona.

Richard en realidad lo considera como un trabajo flexible, más que medio tiempo.

Tendencia al aumento

Aunque, por supuesto, son las mujeres representan la mayoría de las personas que trabajan medio tiempo, cada vez más hombres que deciden cumplir menos horas.

La cantidad de hombres que trabajan medio tiempo se ha triplicado desde 1995.

En total, en Reino Unido hay 994.000 hombres trabajando a medio tiempo, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.

"Este es el futuro del trabajo tal como lo conocemos y es refrescante. Aquellos que han escogido trabajar de forma flexible -bien reduciendo sus horas, bien incrementando las horas de trabajo en casa- están sacudiendo el status quo de las empresas y los empleados", dice Karen Mattison, jefa ejecutiva conjunta de Timewise.

Esta organización ayuda a las empresas y a los trabajadores a trabajar horas flexibles.

"El desafío que enfrentamos es el desmontaje del mito, la percepción anticuada, de lo que significa el trabajo flexible y para quién es. Así como no hay una razón por la que se necesita flexibilidad, tampoco hay un solo género que la necesite", dice Mattison.

Cambiando el mundo

De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, son los hombres mayores los que están impulsando esta tendencia.

Aproximadamente 38% de quienes eligen trabajar medio tiempo son hombre entre 50 y 60 años. 

La mayoría de ellos se encuentran en la administración pública, empleados en sectores como educación y salud.

Otro sector donde está ocurriendo este fenómeno es la banca, finanzas, seguros y otros servicios relacionados con los negocios; seguidos por distribución, comercio minorista, hoteles y restaurantes.

Para los hombres mayores es más fácil optar por trabajos de medio tiempo.

Bernard Brody pudo haberse retirado hace dos años, tras una carrera larga y variada en el sector automotriz.

Pero él eligió trabajar seis horas diarias en la cadena de tiendas B&Q, en Stockport, y está encantado con ello.

"El dinero ayuda y no puedo estar sentado sin hacer nada", dice Bernard, que trabaja en la tienda ayudando a los clientes a dar con lo que buscan.

Bernard no tiene intenciones de parar en el futuro inmediato. Y hay otros siete hombres mayores de 65 años trabajando junto a él.

Bernard, Rob y Richard son tres hombres con historias personales completamente distintas de por qué decidieron trabajar medio tiempo.

Sus casos ofrecen una visión de cómo la forma en que trabajamos está cambiando en el exigente mundo de hoy. (I)