Un estudio realizado en Finlandia y publicado en una revista especializada estadounidense revela que los hombres que van al sauna regularmente viven más y con mejor salud, reduciendo los riesgos de infartos.

La investigación, que fue realizada con una muestra de 2.315 hombres entre los 42 y 60 años, a lo largo de 21 años, muestra que el riesgo de muerte súbita por infarto es 22% menor en aquellos que van al sauna dos o tres veces por semana.

El riesgo disminuyó a 63% entre quienes van de cuatro a siete veces por semana, precisaron los autores de la investigación publicada en la revista medica JAMA.

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La frecuencia entre las sesiones también establece una diferencia. Para los hombres que se quedan menos de 11 minutos dentro del sauna, el riesgo de morir por una crisis cardíaca es de 7% mayor que aquellos que pasan entre 11 y 19 minutos.

“Otros estudios son necesarios para determinar el potencial mecanismo que relaciona la salud cardiovascular y los baños de sauna”, refieren los autores del estudio. (I)