El disfrutar de una taza de té va más allá de meter una bolsita en el agua. El tomar esta bebida forma parte de toda una cultura (al igual que el café), que va desde conocer la planta de la que se obtiene el té hasta saber cuál es el tiempo de preparación según su tipo.

En el país se pueden encontrar lugares donde ingerirlo y especialistas en este ámbito. Una de ellas es Betshy Buitrón, chef y sommelier de té.

Buitrón, quien hizo una especialización en la Escuela Argentina de Té, es propietaria del local Camellias Tea (Víctor Emilio Estrada 706B y Ficus, en Guayaquil). Ella explica que todos (los tés) se producen a partir de la flor camellia sinensis. “Con las hojas se hace el té verde, blanco, negro y con eso, cuando ya los tienes puros, también se hacen las mezclas”, comenta Buitrón, quien agrega que la forma más tradicional de tomarlo es el ceremonial japonés con el té verde.

Publicidad

Entre los tipos están los ya mencionados: verde, blanco y negro, además del amarillo, puerh y el chai tea, que es un té tradicional de la India con especias como cardamomo, canela, anís, entre otras. La costumbre es tomárselo con leche y azúcar.

Este último se puede encontrar en sitios como Mahrani Tea Boutique (Francisco de Orellana, pasaje Carlos Andrade Marín, en Cumbayá), un emprendimiento de Natalia Arroyo, quien se especializó en Speciality Tea Institute, en Estados Unidos.

“El té tiene más de 5.000 años de historia y desde sus inicios ha sido utilizado con fines medicinales (...), es un reto tener un producto diferente y que la gente llegue a apreciar esta bebida que es ancestral, ha pasado por varios continentes, culturas y religiones”, dice Arroyo.

Publicidad

Añade que los tés pueden clasificar su sabor dependiendo de muchos factores, como la altitud donde crece, el clima, la fecha del año que es recolectado, la forma en que es cosechado, etcétera.

Según las expertas, las infusiones se realizan poniendo las hojas de té (comúnmente dos cucharadas) dentro de la tetera y luego agregando agua caliente (no hirviendo) para dejarlos reposar por dos minutos, si es verde o blanco, o tres minutos el negro. Lo ideal es no dejar quemar las hojas para no hacerlo amargo. (I)