La relación del artista español Joan Miró con la literatura y su amistad con destacados escritores vanguardistas, fuente de inspiración para su obra, centran una exposición que se inauguró la semana anterior en la ciudad alemana de Hamburgo.

La muestra en el centro de exposiciones Bucerius Kunst Forum ilustra alrededor de cien obras de todos los periodos creativos del artista, la influencia literaria en su obra y la manera en la que Miró sirvió de inspiración a los poetas de su entorno, entre ellos André Breton, principal exponente del surrealismo.

La exposición, titulada Miró. Pintura y poesía y que reúne además una selección representativa de los más de 250 libros de artistas ilustrados por Miró (1893-1983), explica cómo del juego con la palabra y la imagen nació su lenguaje pictórico.

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Los pintores surrealistas entendían las palabras como impulso para sus asociaciones y Miró influyó de forma determinante en la idea de que la combinación de texto e imagen es central, señaló el centro de exposiciones en un comunicado.

Sus motivos llenos de fantasía convierten a Miró, para quien pintar era crear un mundo diferente y propio, en uno de los principales artistas del siglo XX. Su obra se caracteriza por un nuevo y emocional lenguaje pictórico y no por el reflejo de la realidad, subrayó el texto.

El edificio del artista, en el que entró a vivir cuando se trasladó en 1920 con 27 años de su Barcelona natal a la capital francesa en busca de inspiración y reconocimiento, se convirtió en punto de encuentro del París literario.

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“Su nuevo comienzo no estuvo marcado por el contacto con otros pintores, sino por el intercambio con escritores”, explicó la directora del Bucerius Kunst Forum, Ortrud Westheider.

Miró, que leía con devoción, debe su principal estímulo de su amistad con autores vanguardistas como Tristan Tzara, Robert Desnos, Paul Eluard y Michel Leiris y de su relación con amigos literatos surgieron numerosos proyectos en común.

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“No sabía lo importante que era la literatura para mi abuelo hasta que me encontré delante de su biblioteca privada de Mallorca”, señaló Joan Punyet Miró, nieto del artista. La biblioteca del artista sumaba unos 1.700 libros con obras de Dostoyevski, Freud, Jung, Rimbaud, Nietsche y Goethe. (F)