La fiebre de los Óscar se propaga por Estados Unidos con un periodo de incubación razonablemente corto, pero con síntomas que convierten a cinéfilos racionales en maniacos excesivos... en el buen sentido.

Entre el 15 de enero, cuando se anunciaron los nominados a los Premios de la Academia, y el 22 de febrero, cuando se entregan los galardones, las víctimas acuden en masa a los cines, imploran por copias en DVD a miembros votantes del Sindicato de Actores de la Pantalla y se lanzan a ver cuanta película nominada puedan en una sola sentada. La cadena de cines AMC está totalmente a bordo. Por noveno año, la segunda red de cines más grande del país ofrecerá el 21 de febrero, en la víspera del Óscar, proyecciones maratónicas de 24 horas de las candidatas a mejor película en seis mercados: Los Ángeles; Kansas City, Kansas; Dallas; Chicago; Nueva York y el Distrito de Columbia.

Y este año por primera vez, en una sociedad con el sitio Tilt, AMC les dará la oportunidad a aficionados en otras ciudades a que ayuden a despertar interés para hacer lo propio en sus áreas. Si 100 personas o más se apuntan para las maratones y adquieren boletos por adelantado, la cadena les llevará las maratones, dijo el vocero de la compañía Ryan Noonan.

Publicidad

Técnicamente, estos eventos de 24 horas, que cuestan entre 55 y 65 dólares, son más bien de unas 20 horas debido a la duración de las ocho candidatas a mejor película del año, con unos necesarios descansos. Muchos asisten con cobijas y almohadas y en los descansos siguen hablando de qué tal les pareció la cinta. (E)

Detalles
Encuentros

Entorno
Según Ryan Noonan, vocero de AMC, estas maratones dan la oportunidad no solo de ir a ver todas las películas, sino de estar rodeados de gente con un deseo común.