Miles de creyentes y turistas cristianos participaron ayer en la ceremonia de la Navidad en Belén, donde el patriarca latino Fuad Twal instó en la misa de gallo a acelerar la reconstrucción de Gaza y poner fin a los conflictos en la región.

El ingreso de autobuses y autos privados en Belén fue incesante desde Jerusalén, que en Navidad cede el protagonismo a su vecina más pequeña situada a solo 7 kilómetros.

“En comparación con un día normal hemos notado la visita de peregrinos en nuestros ingresos, aunque menos que otros años. La gente pasea, mira mucho, pero compra poco”, dijo un vendedor de la engalanada Plaza del Pesebre.

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El paso entre Belén y Jerusalén estaba ayer abierto a turistas extranjeros, israelíes cristianos y palestinos con permisos especiales para ingresar en el territorio israelí.

La afluencia de peregrinos extranjeros a Belén comenzó el miércoles, antes de la ceremonia de bienvenida al patriarca latino de Jerusalén, que por la noche ofició una misa de gallo transmitida al mundo por la televisión palestina. (I)

60 mil es el número aproximado de visitantes que se calcula llegó a Belén por Navidad. La mayoría, palestinos.