La imagen del Niño Viajero que llegó ayer al altar, como cada año en la iglesia del Corazón de Jesús, permitió que se iniciara la pasada, como se denomina en esta urbe al desfile en su honor cada 24 de diciembre.

Antes, la pequeña imagen religiosa pasó por una misa en el santuario de El Carmen de la Asunción. Luego, en procesión se dirigió por la calle Bolívar, en contravía, hasta el lugar del altar. El recibimiento lo hicieron jóvenes universitarias vestidas de ángeles.

Carros alegóricos, entre ellos los 38 de la Universidad Católica de Cuenca, que mantiene esta tradición, y el público disfrazado de los personajes bíblicos marcaron el colorido en esta celebración, en la que destacaron las tradiciones y ritos en honor al Hijo de Dios.

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Devotos y personajes tradicionales como mayorales, cholitos y pastores esperaban desde el amanecer para actuar en este desfile. (F)