Algunos lo calificarían de suerte, otros de casualidad. Para el sacerdote Eamon Kelly es la providencia. En unos terrenos de su comunidad religiosa católica en la orilla occidental del lago de Tiberíades, los arqueólogos hicieron un descubrimiento sorprendente: las ruinas de una sinagoga del siglo I.

El descubrimiento se produjo en el lugar donde iba a construirse un centro de peregrinación de los Legionarios de Cristo. La sinagoga es una de las siete que existen en Israel y el mundo de aquella época.

"Es la primera sinagoga excavada en la que predicó Jesús", afirma Kelly entusiasmado. Aunque la gente vincula a Cristo con Belén o Jerusalén, en realidad vivió casi toda su vida en lo que hoy es el norte de Israel, explica.

Publicidad

"Un 80 por ciento de la vida pública de Jesús se desarrolló lugar aquí", señala el sacedote mientras con un gesto de la mano alude a toda Galilea. Kelly habla desde las ruinas de la antigua ciudad de Magdala, donde nació la discípula más conocida de Cristo, María Magdalena.

Opinión de expertos

También los expertos creen probable que el Jesús histórico haya predicado en la sinagoga descubierta hace poco. Magdala era la única ciudad de la costa occidental del lago hasta la fundación de Tiberíades. Si, como cuenta el Nuevo Testamento, Cristo predicó y transmitió sus enseñanzas en las distintas sinagogas de Galilea, Magdala tiene que haber estado incluida. La ciudad estaba además en la importante ruta comercial de Via Maris.

Publicidad

Además, en la época de Jesús las sinagogas no solo eran un lugar de oración, sino de encuentro para las personas. "Así que si un nuevo rabino o predicador llegaba a la ciudad, se lo podía encontrar aquí", señala Kelly sobre las ruinas de 2.000 años de antigüedad.

Además de la sinagoga, los arqueólogos encontraron en el lugar de excavación la "Piedra de Magdala", un bloque de piedra caliza que probablemente servía para la lectura de la Torá. En ella está grabada la que es probablemente la imagen más antigua que se conserva de la menorá, el candelabro de siete brazos que es el principal símbolo del judaísmo.

Publicidad

También se hallaron restos del espacio reservado a la mikve, los baños de purificación ritual. "Los arqueólogos dicen que estamos en camino de desenterrar una ciudad entera del siglo I", afirma Kelly.

Los expertos aún tienen que revisar varias hectáreas de terreno.

Tampoco está terminada la construcción del centro de peregrinación cristiano, aunque el lugar fue abierto ya en mayo y ha recibido desde entonces a 5.000 visitantes, creyentes y turistas, señala Mariana Bravo, del Magdala Center. En su opinión, el lugar es "un cruce de caminos entre la historia judía y cristiana".

El padre Kelly subraya también la "enorme importancia" del hallazgo tanto para judíos como para cristianos. Como la sinagoga es de una época que precede a las divisiones religiosas, es un importante símbolo que no ha perdido importancia. "Aquí tenemos un lugar que nos hace reconocer lo que tenemos en común". (I)

Publicidad