Ha asistido al nacimiento de más de ocho mil niños y espera traer a más. El ginecólogo-obstetra Fernando Noboa Bejarano cumple hoy cinco décadas recibiendo ‘vidas’ en Guayaquil.

Por sus consultorios han pasado dos generaciones. Madres e hijas han sido sus pacientes, con la diferencia de que en la época de las primeras no había los equipos médicos tecnológicos que ahora existen para la atención.

Por la década del 60, conocer el sexo del niño durante la etapa de gestación, identificar si eran gemelos o mellizos, o detectar con precisión alguna enfermedad no se podía porque la ecografía era inexistente, recuerda Noboa, quien cumplió 79 años el pasado 12 de diciembre.

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Un estetoscopio de Pinard –instrumento en forma de corneta– se convirtió en una de sus principales herramientas de trabajo. Este permitía auscultar los latidos cardiacos fetales a los siete meses del embarazo. Se necesitaba silencio absoluto para aquello.

Ese era el escenario de esta rama de la Medicina en esos años cuando Noboa se graduó en la Universidad de Guayaquil, el 18 de diciembre de 1964, e ingresó a trabajar en el Centro Médico ubicado en García Avilés, entre Clemente Ballén y 10 de Agosto.

Las anécdotas de ese entonces no faltan. El médico guayaquileño recuerda emocionado cuando asistió el parto de una de sus pacientes, María Beatriz Gallardo, y cuenta que luego de que nació el bebé todos quedaron sorprendidos porque recién en ese momento se enteraban de que había otro. Eran gemelos.

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La situación cambió algo en los años 70 cuando se usó el monitor fetal de Doppler, instrumento que permitía escuchar el latido del feto con claridad a partir de la quinta semana de gestación.

Los avances continuaron en la década de los 80 cuando pudo contar con la ecografía. “Fue hace solo 10 años cuando la ecografía de alta resolución permitió conocer el sexo del bebé con exactitud a las 18 semanas de gestación”, refiere.

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Esta evolución de la medicina la han vivido junto con Noboa cientos de mujeres que se atendieron con él.

Cecilia Miraglia de Silva fue otra de ellas. El ginecólogo asistió el parto de su hija Adriana, quien con sus cinco meses de embarazo llegó, el pasado martes, al consultorio 31 de la clínica Kennedy, donde, desde hace 34 años, labora Noboa, que también ya la atendió en el parto de sus otros dos hijos.

Mayté Mendoza, sus dos hermanos y sus dos hijos también llegaron al mundo de las manos del médico guayaquileño.

Noboa dice que no se retirará aún, que espera recibir a una tercera generación y que seguirá en la profesión mientras tenga fuerzas físicas y capacidad mental. (I)

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Datos
NACIMIENTOS.

Personalidades
Monseñor Eduardo Castillo Pino, obispo de Portoviejo, y el gerente general de la Lotería Nacional, Xavier Vallarino Carbo, están entre los personajes que nacieron con Fernando Noboa.