El príncipe heredero de Tailandia se divorció de su última esposa, caída en desgracia tras la detención de varios familiares implicados en un escándalo de corrupción, mientras el venerado rey, de 87 años, está hospitalizado desde hace semanas.

La princesa Srirasmi ha "renunciado a su estatus real", anunció el boletín oficial publicado en la madrugada de este viernes.

En el lenguaje alambicado del palacio, significa que está divorciada del príncipe Maha Vajiralongkorn, tras trece años de matrimonio.

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Este anuncio tuvo lugar tras la detención de varios familiares de la princesa por un escándalo de corrupción, pese a que ella no está implicada. La princesa, de 43 años, se casó en 2001 con el príncipe heredero en una discreta ceremonia.

Cobertura de la prensa

En un reino donde el crimen de lesa majestad puede acarrear 15 años de cárcel, la autocensura es fuerte en la prensa, incluida la extranjera acreditada en Bangkok.

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Pero la prensa tailandesa confirmó la caída en desgracia de la princesa este sábado.

Según la prensa local, la guardia de su hijo, Dipangkorn Rasmijoti, de nueve años, considerado como el heredero de la corona más probable tras su padre, ha sido confiada a éste.

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Desde hace semanas, el futuro de la princesa era objeto de conjeturas tras el escándalo de corrupción. Los sospechosos están acusados de haber desviado dinero a gran escala, utilizando su condición de allegados a la familia real y están detenidos por el delito de lesa majestad.

La relación de parentesco entre la princesa y los principales sospechosos, entre ellos un alto responsable de la policía y varios oficiales del ejército, nunca ha sido mencionada explícitamente en la prensa debido a la ley de lesa majestad.

Situación de la realeza

La junta militar en el poder desde el golpe de Estado de mayo es particularmente estricta al respecto, mientras crece la preocupación por la salud del rey Bhumibol Adulyadej, de 87 años, hospitalizado desde hace semanas.

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Los militares en el poder, representantes de una élite tradicional ultramonárquica, se presentan como los protectores de la institución real, encarnada por el rey Bhumibol, objeto de culto a la personalidad desarrollado desde su ascensión al trono en 1946.

Los detractores de la junta la acusan de haber llevado este golpe de Estado para tener las riendas del país en el momento de la sucesión, que debería llevar al trono al príncipe Maha Vajiralongkorn, de 62 años.

Aunque el rey no tiene oficialmente un papel político en esta monarquía constitucional, su papel es central.

Para las élites ultrarrealistas se trata de impedir el retorno a la carrera política de la familia Shinawatra, que gana todas las elecciones nacionales desde 2001, según los analistas.

El anuncio de este divorcio "va a reforzar el sentimiento de incertidumbre y de ansiedad de los tailandeses sobre el futuro de su monarquía", explica a la AFP Pavin Chachavalpongpun, experto de Tailandia en la universidad japonesa de Kyoto, uno de los pocos que acepta hablar de este asunto tabú.

A principios de mes, el príncipe heredero prohibió a allegados a su mujer que utilizasen el nombre real que se le concedió tras su matrimonio, primera señal de que la esposa había caído en desgracia.

Los indicios que hacían pensar que la princesa Srirasmi había dejado de estar considerada como parte de la familia real se multiplicaron en los últimos días, en que había desparecido de las noticias reales, difundidas todas las noches en la televisión a las 20:00.

Desde el 6 de diciembre no se la había vuelto a ver en público.