Woody Allen, a sus 79 años, sigue cumpliendo con uno de sus propósitos: estrenar una película al año. Y este 2014 lo hace con la proyección de Magia a la luz de la luna, una película sobre la magia, la fe y la racionalidad, protagonizada por Emma Stone y Colin Firth.

En una entrevista con cadenaser.com, el cineasta habla sobre su interés de su última película: la magia, los magos y la confrontación de lo racional con lo espiritual.

“(La película) me gusta porque es fascinante. Es divertido ver los trucos de cartas o cuando se parte a una mujer en dos. Creo que en todo el mundo gusta la magia”, dice Allen.

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“Los magos son muy populares en todos los lugares, en España, en América, en China, en Suiza... A la gente les gustan los magos porque hacen cosas que no se pueden explicar”, comenta Allen en la entrevista.

Revela que hacer filmes le parece divertido. “Me gusta hacer películas, me gusta pasar el tiempo contando historias; trabajar con Penélope Cruz o Emma Stone, viendo a estas mujeres (...) es una buena forma de pasar tiempo”, detalla.

El cineasta aclara que no le preocupa no tener una conexión con los jóvenes, porque se ha centrado en contar historias. “A quien le gusta le gusta, da igual si tiene 15 años o 90 años”, asegura.

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Un año antes de superar los 80, el cineasta contó que, como ateo, lleva “una vida triste, sin esperanza” y no le preocupa que sus películas lo puedan trascender.

“La idea no me causa más placer que una colonoscopia”, ironizó en una entrevista al diario alemán Süddeutsche Zeitung.