La conectividad y la colaboración pueden alimentar nuevas redes globales que permitan a millones de niños pobres acceder a innovaciones que mejoren su calidad de vida, según un informe lanzado por Unicef, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia.

Como ejemplo de lo que se puede lograr en materia de innovación con pocos recursos, el estudio del organismo presenta varios casos, como un Vibrasor, un dispositivo electrónico que mejora la seguridad en las calles de las personas sordas o con capacidad auditiva reducida, inventado por Isamar Cartagena de 17 años, y Katherine Fernández de 20, de Colombia.