Sin preámbulo alguno y con sobriedad, silencio y tenues luces azules que cobijaban los trajes oscuros de la Sinfónica Nacional del Ecuador se inició la noche del jueves pasado, a las 20:50, el concierto del colombiano Fonseca en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura, donde sus fans llenaron las butacas.

La canción Corazón dio inicio al espectáculo que tuvo el glamur de un concierto sinfónico. Tres minutos después, cuando Fonseca decidió presentar al director de música, la sobriedad se rompió. Gritos de las fanáticas invadieron el silencio del teatro.

Fonseca pronunció un saludo al público y pidió aplausos para la Sinfónica Nacional, pero recibió más que eso, las voces gritando “¡Fonsecaaa!” no pudieron contenerse.

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Minutos después el colombiano decidió tomar la guitarra y con el acoplamiento de la orquesta siguió el repertorio.

Habían pasado tres temas cuando el cantante decidió introducir una ligera leyenda en su siguiente canción (Enrédame), un tema que quiere mucho, dijo.

En medio de la formalidad que se intentó dar al concierto, el artista también bailó un poco mientras sacaba la melodía a su guitarra.

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“Esta canción la conocí en la voz de Sting y me tomé el atrevimiento de grabarla”, expresó al empezar a interpretar Ángel Eyes.

Con mariachi incluido cerró con Prometo. Las tenues luces desaparecieron y la cálida luz amarilla volvió a encender el teatro en donde la gente aplaudió de pie.