La comunidad judía de Cottbus, localidad del este de Alemania cuyo templo ardió en los pogromos nazis del 9 de noviembre de 1938, recibió el domingo pasado las llaves de la iglesia Schlosskirche, que se convertirá en su nueva sinagoga.

De esta forma, Brandeburgo, el único de los 16 estados alemanes que no contaba aún con una sinagoga y al que pertenece Cottbus, cierra una de las heridas del Holocausto.

La simbólica entrega del templo, levantado por los hugonotes en 1714, tuvo lugar después de que en septiembre se celebrara en la iglesia el último oficio religioso antes de ser desacralizada, para retirar la cruz que coronaba la torre principal y descolgar las campanas.

Publicidad

El gobierno regional de Brandeburgo acordó en marzo pasado hacerse cargo de los 727.500 dólares de la compra del edificio. A cambio, la pequeña comunidad judía de Cottbus se compromete a que el edificio sea utilizado como sinagoga al menos durante 25 años.