Cultura y creencias se juntan en el Día de Todos los Santos y en el de los Difuntos

Ciudad de Guatemala

Las tradiciones del Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos son similares en las naciones latinoamericanas.

En La Paz, Bolivia, para exponer las costumbres de esta época, se desarrolla una exhibición donde se admiran calaveras “catrinas” mexicanas y los panes antropomórficos bolivianos conocidos como “t’ant’awawas”.

La tradición boliviana indica que las almas llegan al mediodía de cada 1 de noviembre y retornan al cielo al día siguiente, después de haber “disfrutado” la comida y bebida colocada por sus familiares en la mesa.

En Guatemala, el Día de los Muertos se conmemorará mañana con sencillas ceremonias alrededor de fogatas para invocar a los dioses del viento, la muerte y el inframundo. Los pobladores de las comunidades mayas iniciaron ayer los preparativos para el vuelo de barriletes gigantes que elaboran con diseños coloridos inspirados en los güipiles (blusas) de las mujeres. “Desde la cosmovisión maya representan la unión del inframundo con el mundo”, dice Celso Lara, antropólogo e historiador guatemalteco.

En Ecuador, además de los oficios eucarísticos, los santos tienen un sitio especial. Sus nombres están presentes hasta al momento de bautizar a los niños (en el pasado más que ahora) y muchos de estos venerables personajes son patronos de pueblos, oficios, profesiones e incluso dolencias.

Ejemplos de sitios; san Jacinto de Yaguachi; de oficios y profesiones: los ecologistas tienen a san Francisco de Asís, los músicos a santa Cecilia y los fotógrafos a santa Verónica. Los que sufren de úlcera estomacal invocan a Cosme y Damián, y para la depresión a santa Elena.