De los antílopes a los peces, de las ballenas a los elefantes, de los murciélagos a las aves e incluso las mariposas. Son los animales migratorios, entendidos como la población, o una parte de ella geográficamente aislada, de cualquier especie o grupo taxonómico inferior, que franquea cíclicamente y de manera previsible uno o varios límites de su jurisdicción para alimentarse y reproducirse.

Así lo define la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS, por sus siglas en inglés), adoptada el 23 de junio de 1979 en Bonn, Alemania (entró en vigor el 1 de noviembre de 1983), y que se constituye como el único tratado ambiental global especializado en la conservación y uso sostenible de esta fauna, sus hábitats y sus rutas.

La CMS reúne a los 120 estados por los que transitan y establece las bases legales para medidas de protección coordinadas internacionalmente en un área de migración. Ecuador es una de ellas y del 4 al 9 de noviembre acogerá la XI Conferencia de las partes (COP 11), el órgano de toma de decisiones de la Convención.

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Las especies migratorias son un componente esencial de los ecosistemas que sustentan la vida en la Tierra. Sus desplazamientos periódicos de un hábitat a otro las convierten en efectivos indicadores, ya que generalmente corresponden a cambios del clima. Además, garantizan la seguridad alimentaria de poblaciones que dependen de su afluencia regular, y la de otras especies al actuar como polinizadoras y dispersadoras de semillas. Pero sus viajes no solo aumentan las presiones sobre sus hábitats, sino que las exponen a amenazas como capturas incidentales que afectan su supervivencia.

Para conservarlas, la CMS las integró a un listado dividido en dos apéndices (I y II). En el primero constan aquellas que están en peligro de extinción en la totalidad o una parte de su área de distribución. En el segundo se enumera a todas las que tienen un estado de conservación desfavorable o que se beneficiarían significativamente de acuerdos regionales o globales. Aunque si las circunstancias lo exigen, una especie migratoria puede figurar, a la vez, en ambos listados, dice el tratado.

Entre las presentes en Ecuador, el Ministerio del Ambiente (MAE) registra 200 especies de aves terrestres y acuáticas, 17 de mamíferos terrestres y acuáticos, 6 de reptiles y más de 4 de peces. Algunas, dice el MAE, no constan en ningún apéndice.

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Los gobiernos de países como Ecuador, Fiji, Kenia y Paraguay presentaron propuestas de enmiendas a ambos listados que serán examinadas, para su aprobación o rechazo, por todas las partes en la COP 11. En total se ha sugerido el ingreso de 32 especies. Al I podrían entrar 10: el zifio o ballenato de Cuvier (Ziphius cavirostris), el león asiático (Panthera leo persica), la gacela de frente roja (Eudorcas rufifrons), la avutarda común (Otis tarda), el playerito semipalmeado (Calidris pusilla), el correlimos grande (Calidris tenuirostris), la carraca europea (Coracias garrulus), los peces sierra de la familia Pristide, la mantarraya de arrecife (Manta alfredi) y las rayas mobula.

Ecuador junto con Paraguay proponen la inclusión del playerito semipalmeado, un ave casi amenazada. El MAE indica que el país también respaldará las propuestas de Fiji, de adherir a la mantarraya de arrecife para ambos apéndices, y de Kenia, que apunta a incorporar a todas las especies de peces sierra para los apéndices I y II.

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En una entrevista vía e-mail, Veronika Lenarz, de la CMS, dijo que, además, esperan que se aprueben proyectos vinculados a delitos contra la fauna silvestre, prevención de la matanza, captura, envenenamiento y comercio ilegal de aves migratorias; manejo de desechos marinos, estudio del despliegue de las energías renovables y sus impactos en estas especies, así como planes de acción para la conservación de la oveja argali, las tortugas bobas del océano Pacífico y el halcón sacre.

Plan Estratégico
2015-2023

Propuesta
En la COP 11 se presentará el Plan Estratégico para las Especies Migratorias 2015-2023, que entrega una visión, liderazgo y una fuerza impulsora hacia una completa y efectiva implementación de los compromisos relacionados con las especies migratorias.

Cambio de visión
Este plan exige la adopción de un enfoque de ‘sistemas migratorios’, concepto que refleja la compleja interdependencia de los lugares, las rutas entre lugares, las poblaciones, los factores ecológicos y los ciclos temporales implicados.

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Alcance
Sería aplicado a toda la población de especies migratorias o una parte geográficamente separada de cualquier especie inferior de animales silvestres que cruza cíclicamente y de manera previsible una o más fronteras.