El papa Francisco arremetió ayer contra las “ejecuciones extrajudiciales cometidas por algunos estados” y llamó a los católicos a luchar contra “todas las formas” de pena de muerte, “tanto legales como ilegales” que se aplican en el mundo.
“Todos los cristianos y hombres de buena voluntad son llamados a luchar no solo por la abolición de la pena de muerte, tanto legal como ilegal, en todas sus formas, sino también para que mejoren las condiciones carcelarias y se respete la dignidad humana de la persona que perdió su libertad”, afirmó el papa al recibir en el Vaticano a una delegación de la Asociación Internacional de Derecho Penal.
Con un discurso fuerte y convincente, el papa argentino aclaró que para los católicos “la condena a cadena perpetua es también una forma escondida de pena de muerte”.
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Acusó a numerosos estados y a sus agentes, sin mencionarlos específicamente, de autorizar “ejecuciones extrajudiciales o extralegales, homicidios deliberados”, dijo.
“Con frecuencia son presentados como enfrentamientos entre delincuentes o consecuencia del uso necesario, razonable y proporcional de la fuerza para aplicar la ley”, lamentó.
Tortura
El papa también criticó la situación en prisiones de alta seguridad, que consideró que con frecuencia son también un tipo de tortura.