Costumbre milenaria de judíos y musulmanes, práctica problemática para católicos y ateos: la circuncisión sigue alentando un debate al que el Museo Judío de Berlín se suma ahora con una nueva exposición centrada exclusivamente en el rito.

La muestra (del 24 de octubre al 1 de marzo) recorre la historia de la circuncisión a través de documentos, objetos religiosos y películas que hablan "sin resentimientos" de la práctica, señaló este jueves la director del museo, Cilly Kugelmann.

"El tema de fondo es cómo enfrenta las diferencias una sociedad que se entiende a sí misma como plural", añadió la experta, según la cual las críticas a la circuncisión siguen influidas por prejuicios antisemitas e islamófobos.

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La muestra en el espectacular edificio del museo diseñado por el arquitecto Daniel Libeskind comienza con un mapa que refleja la expansión de la circuncisión en todo el mundo: cerca de un 30 por ciento de los hombres viven sin prepucio.

El visitante encuentra explicadas los diferentes significados de la circuncisión para judíos y musulmanes, ejemplos de diversos tipos de intervención en el cuerpo en muchas culturas o el problema que el tema planea al Cristianismo por la circuncisión de Jesús, judío de nacimiento, cuyo prepucio se veneró como reliquia hasta el siglo XX.

La última sala recoge con documentales y entrevistas el agrio debate que se planteó en Alemania en 2012 cuando una corte de la ciudad de Colonia equiparó la circuncisión de un niño con "daños corporales". Entonces hizo falta una ley para garantizar el derecho de judíos y musulmanes a circuncidar y para serenar la polémica.

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La exposición combina análisis con una ironía presente ya en el título, "Haut ab!" (algo así como "¡piel fuera!" y un juego de palabras con la expresión "Hut ab!", "Me quito el sombrero") y en el cartel de promoción, que muestra una banana con la punta pelada.