Ayer entró en vigor en la capital estadounidense, el llamado “impuesto al yoga”, con el que los lugares donde se practique ejercicio físico deberán pagar al fisco el 5,75% de las ventas, publicó bbcmundo.com. Quienes practican esta actividad, que integra la mente, el cuerpo y el espíritu, insisten en que el yoga no debería considerarse dentro del cobro porque no es un deporte. Sin embargo, el portavoz del director de Finanzas de la ciudad, David Umansky, dijo que si bien había esa pregunta existencial, este método sí está incluido en la ley.