Denzel Washington se definió como un “tipo ordinario con un trabajo extraordinario” al presentar ayer su más reciente cinta, The Equalizer, en el Festival de Cine de San Sebastián.

“Nunca soñé con ser actor ni con Hollywood”, dijo el astro estadounidense horas antes de recibir el Premio Donostia a la trayectoria en la 62ª edición del festival, que se extenderá hasta el sábado próximo.

En la película Washington, de 50 años, da vida a un hombre de oscuro pasado que se ve obligado a actuar en defensa de una joven, interpretada por Chloe Möretz.

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Antoine Fuqua, que lo había dirigido en Training Day, se mostró encantado de volver a trabajar con él. “Lo más importante era que él estuviera en este papel. Con Denzel, el guion pasa de ser bueno a excelente”, expresó el realizador.

El actor no pudo evitar una carcajada cuando le preguntaron si alguna vez interpretará al presidente de Estados Unidos, Barack Obama. “De momento, no es una opción, porque su historia no ha terminado”, dijo.