La actriz Sophia Loren, el gran mito erótico del cine europeo del siglo XX, cumple 80 años y lo hace manteniendo su elegancia, su encanto y también la belleza propia de una mujer, cuyo rostro es testimonio de la experiencia vivida.

Nacida el 20 de septiembre de 1934 en Roma como Sofia Villani Scicolone (su nombre real), es una de las actrices italianas más conocidas en el mundo.

Hablar de Sophia Loren es hablar de cine, de fama y de éxito. Acumula casi un centenar de películas que le han valido más de cincuenta premios internacionales, entre ellos dos Óscar, un premio Bafta y varias nominaciones a los Globos de Oro.

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“Si pienso en mi vida, me sorprendo de que sea todo verdad. Una mañana me despertaré y descubriré que he estado soñando”, afirma la actriz en su autobiografía Ayer, hoy y mañana, que acaba de publicar para celebrar su cumpleaños.

Pero no siempre lo tuvo fácil, tal y como ha reconocido en más de una ocasión. Hija de madre soltera, Loren ha confesado más de una vez que creció en un ambiente pobre, en los suburbios de Nápoles, en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, y que durante su infancia pasó hambre y estuvo muy acomplejada, por su peso y su estatura.

Su carrera toma impulso en los 50 de la mano de reconocidos directores italianos en filmes como África bajo el mar, Ayer, hoy y mañana; Matrimonio a la italiana, entre otras.

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Su reconocimiento internacional llegó en 1957 de la mano del director y productor estadounidense Stanley Kramer, que le permitió actuar junto a estrellas de Hollywood como Cary Grant y Frank Sinatra en Orgullo y pasión (1957).

La actriz italiana inauguró el jueves la exposición conmemorativa Sophia Loren México. Ayer, hoy y mañana con objetos de su célebre carrera. Ella se dejó llevar por la emoción al agradecer el recibimiento que le ha dado el país, donde se casó por primera vez con su difunto esposo Carlo Ponti en 1957.