Estrenó dos películas, tiene 74 años y las ganas necesarias para seguir haciendo cine. “Mi avión todavía no ha aterrizado”, aseguró en el Festival de Venecia Al Pacino, quien fue el protagonista de la jornada del sábado.

“Cuando te haces mayor necesitas sentir deseo, tener apetito para seguir trabajando”, dijo el actor, cuyo deseo de llevar a la gran pantalla The Humbling, la novela de Philip Roth, lo llevó a contactarse con Barry Levinson (Rain Man) para dirigir el filme, que en Venecia se mostró fuera de concurso y ha sido el más aplaudido de sus dos largometrajes en el evento.

Se centra en un actor mayor que pierde la capacidad de actuar. Sin familia ni amigos, su vida no va más allá de los escenarios y cae en una depresión de la que sale aferrándose a la hija de unos amigos, una joven lesbiana que estaba enamorada de él de pequeña.

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El hecho de mostrar a un actor que envejece y su trágico declive fue algo que a Al Pacino le pareció interesante, sobre todo si se hace con humor como se consigue en esta cinta definida como tragicomedia.

Al echar la vista atrás, Al Pacino afirmó que no lamenta nada, pues considera que su vida ha sido afortunada, con una profesión que le gusta.

Además de esta cinta, el actor también salió a la palestra de Venecia para defender Manglehorn, de David Gordon Green, que compite por el León de Oro.

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En ella encarna a un cerrajero que vive encerrado en su propio pasado, recordando un amor de juventud al que sigue escribiendo a pesar de que le devuelvan todas sus cartas. Solitario y amargado deja que la vida se le escape.

Hollywood ha cambiado. No por ideología, sino porque la economía ha cambiado (...). No es mejor ni peor, es así.Al Pacino Actor