En el hospital de la Universidad de Pekín se colocó un implante de vértebra fabricado por una impresora 3D.

Tras varios ensayos clínicos, los médicos decidieron que Minghao, un chico de 12 años con un tumor cancerígeno en su segunda vértebra cervical, era el candidato ideal para implantar, por primera vez, una pieza exactamente igual a su hueso, pero de titanio, que se une a las vértebras contiguas con tornillos y un cemento especial.

La impresión 3D tiene la gran ventaja de que se pueden fabricar prótesis de forma y tamaño exactamente igual a la pieza original, algo que facilita mucho la adaptación al cuerpo y la recuperación de los pacientes, según el médico que realizó la operación. Este hospital ya está trabajando en más diseños.