Si el pantalón vaquero para hombre nació hace 141 años como una prenda resistente para el trabajo de la mina, el primer modelo para mujer, que llega a los 80 años, se consideró un elemento chic y marcaría la escalada de esta prenda como la más universal de la historia.

El diseñador Yves Saint Laurent solía decir que le hubiera gustado ser el inventor de esta prenda porque es “la más espectacular, práctica, relajada y despreocupada” de todas las que componen el armario, y tenía “la expresión sex appeal, la modestia y la simplicidad” que buscaba en todos sus diseños.

En esto no pensaban Jacob Davis y Levi Strauss cuando en 1874 patentaron el archiconocido modelo 501 –unos pantalones de denim con bolsillos reforzados con remaches–, que tan útiles serían a trabajadores de minas y vaqueros de la costa oeste de EE.UU.

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Con este éxito la empresa comenzó a convertirse en la multinacional que es hoy y, con la llegada de los años 30, la prenda destacó por el ensalzamiento del cow-boy como lo más puro del sueño americano.

Fue entonces, en 1934, cuando la compañía sacó el primer modelo para mujer, bautizado como Lady Levi’s, una prenda que tenía “la cintura alta y ajustada con estilo”, señas de identidad que el mismísimo Vogue de la época etiquetó como “true Western chic”.

La jugada no les salió nada mal a los diseñadores, ya que hasta la fecha, es uno de los máximos éxitos comerciales del sector de la moda y en el 2009 alcanzó un volumen de ventas de 13.000 millones de dólares para la marca.