Tiene 26 años y se llama Jessica Tamara Pin Acosta, pero su primer libro, que presentará mañana, lo firma con el nombre de Tamara Acosta. Con su segundo nombre y su segundo apellido, que es el apellido de su madre. Es, dice, una forma de homenajear a su progenitora y de resaltar la feminidad.

Tamara escribe desde que tenía 13 años y estudiaba en el colegio Dolores Sucre, establecimiento en el que se graduó. Pero es ahora que se atreve a publicar sus escritos, poemas con un tinte erótico que ha ido escribiendo a lo largo de todos estos años.

Su poemario se titula Ambigüedad de deseos, un libro que se editó, recientemente, con el sello El Quirófano Ediciones, que dirige el poeta Augusto Rodríguez. La presentación será mañana, a las 19:00, en la Alianza Francesa (Hurtado y Mascote), y será la poeta Sonia Manzano quien comentará la obra.

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“Coinciden en este libro de Acosta dos tipos de descubrimiento: el que atañe al placer de la creación textual y aquel que tiene que ver con la revelación inédita de lo sexual”, señala Manzano en el prólogo de este volumen, para el que Tamara alista una presentación nada convencional y en la que el público tomará parte activa.

La joven, quien integra el colectivo Buseta de Papel, resume así el aparecimiento de este libro: “Publicar es dar a luz este feto que no quería que naciera, pero que luego pensé que sí. Publicar algo tan íntimo es desprenderme”. Ella está dedicada totalmente a la escritura y entre sus planes está irse a estudiar fuera del país. Alista otro libro, en el que incluirá poemas y microcuentos.