Dos mezquitas consideradas históricas, por su tiempo de construcción, fueron destruidas entre el jueves y viernes pasados en Mosul, una ciudad localizada en el norte de Iraq.

La primera destrucción, enmarcada en una serie de enfrentamientos de corte religiosos protagonizados por yihadistas del Estado Islámico (EI), se realizó con explosivos que fueron colocados en la mezquita, levantada en un sitio arqueológico que data del siglo VIII a.C. y donde se encontraba la tumba del profeta Jonás. Él por versiones bíblicas y del Corán fue tragado por una ballena.

A los yihadistas también se les atribuye la destrucción de otra de las mezquitas históricas de Mosul. Según una fuente de seguridad, esta fue supuestamente construida sobre la tumba del profeta Shit.

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Los miembros de este grupo radical retiraron primero objetos destacados del interior del templo del rito musulmán, levantado en el siglo X, y evacuaron a los vecinos de las casas cercanas. A continuación, colocaron grandes cantidades de explosivos y los detonaron, causando su destrucción total.

En las tendencias islamistas más rigoristas, se prohíbe la construcción de mezquitas sobre las tumbas de los santos, algo que consideran contradictorio al monoteísmo que estipula el islam.

Detalles
Enfrentamientos

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Explosiones y expulsiones
Según se informó, él también ha atacado a otros monasterios e iglesias en el norte de Iraq. De la ciudad de Mosul, acorde con las publicaciones de las agencias internacionales de noticias, fue expulsado (hace aproximadamente una semana) un considerable número de cristianos.