Obie debía pesar entre 30 y 40 libras, el peso promedio de un perro salchicha, pero ella llegó a las 77 libras (35 kilos) y ganó el título de "El perro más obeso del mundo".

Esta mascota de una pareja de ancianos ya casi no podía pararse sobre su patas, y se lastimaba la panza al arrastrarla por el suelo. Le quedaba poco tiempo de vida.

Pero la historia llegó a oídos de la veterinaria y científica Nora Vanatta, quien se ofreció a llevarla a su casa en Portland, Oregon, donde Obie se transformó. 

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Gracias a una dieta extricta y ejercicios, muchos de ellos en el agua, Obie perdió 24 kilos en un año y recuperó su salud. En medio de este proceso, además, fue sometida a una cirugía para retirar el exceso de piel. 

El proceso se detalla en el sitio web www.obiedog.com y en la página de Facebook Obie Dog Journey, que tiene más de 306 mil seguidores. 

Obie corre y salta como una mascota saludable, se ha convertido casi en una celebridad y es considerada una inspiración para las mascotas y por qué no, para los humanos también.