Desde que en marzo debutara en el concurso La Voz de Italia interpretando el tema No One de Alicia Keys, la hermana Cristina Scuccia se ha convertido en una sensación que traspasa las fronteras italianas. La noche del jueves anterior, esta monja siciliana de 25 años logró coronarse campeona del programa.

Con su victoria llegó también una oferta de contrato con la discográfica Universal, pero no está claro si Scuccia aceptará: ya a comienzos de semana la monja había explicado que dejaría que sus superiores decidieran por ella.

“Sería muy feliz incluso si volviera a cantar con niños en las parroquias”, declaró Scuccia, que también cuenta en su historial con un triunfo en un certamen de canto organizado por la Iglesia católica de Roma.

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Scuccia y J-Ax, el tatuado rapero italiano que fue su entrenador durante el programa, desarrollaron una estrecha amistad. El cantante le suplicó que continuara. “Tiene que grabar un disco con el sello del Vaticano o de las Ursulinas, porque es una gran oportunidad”, manifestó J-Ax. Por supuesto, todos los beneficios estarían destinados a obras de caridad.

“Estoy dispuesto a trabajar gratis, a llamar a grandes nombres como Alicia Keys para que cedan una canción para el CD”, insistió.

Nacida en Comiso, una localidad de 30.000 habitantes en Sicilia, Scuccia sintió la llamada de la religión en el 2008, cuando le ofrecieron un papel en un musical dedicado a la fundadora de la congregación de las Ursulinas de la Sagrada Familia, a la que luego se unió. “Mi sueño era ser cantante”, expresó.

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Scuccia también estuvo en una escuela dramática liderada por Claudia Koll, una ex actriz erótica italiana que tuvo un renacer religioso. Después pasó un par de años como misionera en Brasil antes de tomar sus votos en el 2012. Vive en Milán